2012/12/06

Leopoldo Márquez, el pitcher de la bola muerta... ¿Vence pero no convence?

Nuevamente traigo a mi Pasaje otro ameno diálogo que sostuviera el amigo William Pérez Villalba con el lanzador capitalino Leopoldo Márquez, un hombre que no obstante no disponer  de una recta capaz de cruzar en un momento determinado a los bateadores, sí poseía otras virtudes que lo convirtieron en un tirador consistente y  ganador en las primeras series nacionales.

Tuve la dicha de verlo trabajar en varias ocasiones, principalmente cuando enfrentaba a los conjuntos de la antigua provincia de Las Villas, a los cuales se les hacía bien difícil poder derrotarlo.

Hoy Leopoldo, a sus 62 años, sigue ligado al terrenode juego en la ciudad de Miami, donde reside, y se le ve en acción como inicialista en los topes de softbol que amenizan fundamentalmente los fines de semana en aquella urbe floridana.

Allí comparte con viejos amigos, con peloteros que como él dieron brillo al béisbol cubano en décadas pasadas, rememoran anécdotas y  pasan de maravillas unas horitas, como para revivir viejos tiempos, pero siempre con la pelota, el bate o el guante en la mano.

Aquí los dejo con este trabajo. Estoy seguro que muchos de los que hoy peinamos canas recordaremos con agrado a Leopoldo y los que no, tendrán la oportunidad de conocer a otro de los miles de peloteros que han pasado por los diamantes del pais.




Leopoldo Márquez, el pitcher de la bola muerte...  ¿Vence pero no cenvence?


Por WILLIAM PÉREZ VILLALBA (Especial para Pasaje Deportivo)



¿Cómo recuerdas tu primera Serie Nacional?

“Con mucha emoción. Fue en el tiempo que jugaba primera base, antes de pitchear y me acuerdo de mi primer turno al bate. En esa Serie Nacional salí a batear nada más y nada menos que frente a Braudilio Vinent”.

Fuiste uno de los posibles  merecedores a la distinción de Novato del Año en la temporada 1969-70… Pero,  ¿por qué finalmente no se eligió a nadie?

“En  esa  novena Serie Nacional no hubo explicación alguna acerca del  porqué no eligieron al Novato del  Año. Los que más posibilidades teníamos éramos Omar Fraga de Camaguey, Héctor Mena de Industriales, y yo,  por el Habana. Por cierto, aún sigue en blanco ese casillero en la Guía de Béisbol”.

Háblame de ese equipo Habana con el que jugaste también en 1974… 

“Ese año el Habana se mantuvo  casi toda la temporada en el primer lugar bajo el mando de Jorge Trigoura. Teníamos un gran equipo, uno de los mas fuertes, y resultó  ser  la última victoria habanista en el período más florido de aquel equipo de ensueños.

Fuiste fundador de Metropolitanos en  la temporada 1974-1975. ¿Quiénes jugaban allí por aquel entonces?

 “Era un gran equipo. Con decirte que allí estaban, entre otros, Pedro Medina, Antonio “Boricua” Jiménez, Roberto “Bombón” Salazar, Rodolfo Puente, Bárbaro Garbey, José Ramón “Monguito” Cabrera, Ubaldo Alvarez  y  Armando Capiro.  Era una novena bien fuerte, que jugaba colectivamente, sin individualidades. El debut no pudo ser mejor para aquellos  Metropilitanos, pues terminamos  en la sexta posición en una serie muy reñida,  en la que Agricultores se coronó Campeón” .
No era entonces segundo de nadie es conjunto, ¿verdad?

“No, no era segundo de nadie, en ese tiempo jugábamos contra los mejores y no por casualidad quedamos subcampeones  en 1976”.

¿Quién te bautizó con la frase de: El pitcher de la bola muerta. Vence pero no convence?

“ Eso lo decían los narradores. Daban a entender la realidad. Yo le pitcheaba a todos  y a la hora de elegir al Equipo Nacional nunca me seleccionaban, a pesar de mi buen rendimiento”.

¿Cuál fue el bateador más difícil que enfrentaste?

“Bateadores difíciles había muchos, con diferentes características. Yo los estudiaba,  pero dentro de esos bateadores  había  dos que por mucho que los analizara, me bateaban  como ellos querían. Me refiero al cienfueguero   Pedro José “Cheíto” Rodríguez   y a Sandalio Hernández, de Camaguey”.

¿Y cómo te las arreglabas para dominar a Antonio Muñoz?

“El dolor de cabeza de sus primeros años fui yo, tenía dificultades al batearme. Yo pienso que se desesperaba y le iba a lanzamientos malos.”

¿Cuál consideraste tu mayor virtud sobre la lomita?

“Mucho control y ecuanimidad en el box. Siempre iba con dos opciones: una para ganar y otra para perder. Mis lanzamientos eran mi responsabilidad.  Mis envíos no eran pedidos ni  por el receptor ni por el  director  del equipo”.

En la pelota cubana han triunfado  muchos lanzadores  rápidos. ¿Acaso la velocidad es el arma principal de un pitcher?

“ No creo que sea del todo, aunque tienes  más posibilidades, pero lo principal en el lanzador es meterse en el juego, estudiar bien  a los bateadores y sobre todo, en el momento difícil, donde el lanzador a pesar de no contar con envíos veloces, pueda dominar la situación”.

¿Por qué crees que a los peloteros les encantaba jugar en las Series Selectivas?

“Las Selectivas fueron  series elites,  las más importantes  en Cuba  después de la Serie Especial de los 10 Millones en 1970. En ellas participaba una selección de los peloteros  más destacados  por  provincias y resultó por ello sin dudas, ser un campeonato más fuerte que la Serie Nacional”.

¿Eras también buen bateador?

 “Siempre me sentí mejor como bateador que como pitcher, pero las circunstancias me hicieron convertirme en lanzador  ya que era lo que el equipo necesitaba”.
Anécdotas…

“Hay una anécdota que siempre recuedo.  En la primera Serie Selectiva en 1975,  jugaban Oriente contra Industriales, en el estadio Guillermón Moncada,  era el noveno inning, bases llenas, dos outs y bateando el cuarto bate oriental Agustín Arias.  Dos bolas, dos strikes y el juego 1-0 a favor de Industriales.  Yo le había tirado todos los lanzamientos habidos y por haber.

“Lázaro Martínez, mi receptor, me había pedido todo mi repertorio de lanzamientos,  era una situación dificil al final del partido.  Entonces  decidí  soltar un cambio de velocidad, más lento de lo que ya estaba lanzando a esas alturas del juego. ¿Resultado?   Agustin Arias fly al campo corto y  terminó el juego”.

¿Qué aconseja Leopoldo Márquez a todo aquel con aspiraciones de ser pelotero?

“Que tiene que ser disciplinado, sacrificado y saber aprovechar muy bien todas las oportunidades que se le presenten”.

¿Un último lanzamiento?

“Ahí les va… Agradecer de corazón y dar las gracias a todos aquellos que aún me recuerdan,  en especial a todos los aficionados del béisbol cubano”.

4 comentarios:

Roberto Ariel Lamelo Piñón dijo...

No peino canas, pero lo recuerdo... que odio le tenia!! con la bolita aquella q nunca llegaba a home!!

Lucio el barbero dijo...

Socio, me gusta tu blog. Gracias por acordarte de peloteros que ya nadie sabia por donde estan.

Jose Miguel Reyes dijo...

EN SUS ULTIMOS ANOS JUGO PROVINCIAL POR 10 DE OCTUBRE , SU MUNICIPIO DE ORIGEN Y LA EIDE 15 Y 16 JUGAMOS CONTRA EL , NO ERA FACIL BATEARLE

Jose Manuel Vega dijo...

Lo vi pitchear muchas veces...un hombre con muchos recursos